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viernes, 9 de noviembre de 2018

Bolivia dejará de importar asfalto y usará cemento potosino para vías

Bolivia, por instrucción del presidente Evo Morales, dejará de importar pavimento flexible y priorizará el uso del cemento potosino para la construcción de nuevas carreteras en el país.

Así lo anunció ayer el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, quien anunció que se sustituirá el asfalto, que es un derivado del petróleo, por cemento con la finalidad de dinamizar más el consumo del producto potosino, sin dejar de lado el orureño.

“Quiero adelantarles el día de hoy (8 de noviembre de 2018), algo muy importante: aquí, delante de este diseño de este horno y de aquel silo de cemento que mide más de 110 metros, que el presidente Evo (Morales) ha instruido que todas las carreteras, a partir de ahora y para adelante, van a ser con cemento”, anunció de manera oficial.

“Potente, potente che”. Esa fue la primera impresión del vicepresidente cuando vio las estructuras montadas para la cementera. “Estoy orgulloso, es una obra monstruosa”, complementó visiblemente admirado.

Ayer se cumplió una inspección ocular a la fábrica de cemento que se construye en la comunidad de Chiutara, en el distrito 18 de la jurisdicción municipal de Potosí.

“Esperemos que esto esté para ser entregado para sacar las primeras bolsas de cemento el año que viene cuando estemos nuevamente celebrando el nuevo aniversario de nuestro querido departamento de Potosí. Ojala que estemos aquí en una gran fiesta”, dijo García Linera que recorrió todas las áreas de la fábrica y recibió las explicaciones del proceso de producción.

“A parte de los puentes, los edificios, los defensivos, las casas que hacemos con cemento, ahora vamos a incorporar de manera obligatoria a todo diseño, a toda nueva carretera que se haga en Bolivia utilizando cemento potosino y orureño para no importar el asfalto”, aseveró el vicepresidente.

De acuerdo con los datos ofrecidos por Patricia Ballivián, gerente del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem), afirmó que el proyecto de construcción de la fábrica tiene un avance del 47 por ciento y se prevé que la entrega será en septiembre de 2019.

“El ritmo está acelerado, para septiembre tenemos previsto entrar el procesos de prueba, y aquí están trabajando día y noche, de lunes a lunes”, aseveró.

Afirmó que hay un avance acelerado en el montaje de la fábrica de cemento de Potosí que la de Oruro, ya que hay mucha más gente con más experiencia.

Ballivián afirmó que hay muchas empresas subcontratistas que usan la tecnología alemana con la finalidad de que se procese el mejor cemento para los potosinos y bolivianos.

“Es increíble lo que se ha hecho hasta el momento, es nuestro proceso de cambio. Estamos apuntando al desarrollo de nuestra Bolivia y que salga de aquí: Potosí”, señaló.

Los datos

La gigantesca ciudadela industrial prevé generar, al menos, 300 empleos directos y 2.000 indirectos, de acuerdo con los datos obtenidos.

La Asociación española-alemana Sacyr Imasa Thysenkrupp es la encargada de la construcción de la planta de cemento con un costo de 241 millones de dólares. El plazo de ejecución es de 36 meses.

La fábrica de cemento se construye con el esfuerzo de más de un millar de trabajadores bolivianos y se anuncia que la primera bolsa de cemento saldrá a fines de septiembre de 2019.

La Factoría producirá una bolsa de cemento cada segundo y un millón 300 mil toneladas año. La fábrica más grande y moderna de Bolivia se construye con tecnología europea y con mano de obra calificada boliviana. El 95 por ciento de los trabajadores son bolivianos y el restante profesionales contratados para el montaje de la ciudadela industrial gigantesca.

La fábrica tiene una inversión de 306 millones de dólares, de los cuales, 244 millones están destinados para la implementación, 10 millones para la exploración de la cantera, 5.5 millones para energías complementarias, 2 millones para control y monitoreo, y 9.2 millones de dólares de costo financiero, según datos oficiales.

Infraestructura industrial

“¡Feliz!”. Así dijo sentirse ayer el alcalde Williams Cervantes al ver la gigantesca infraestructura industrial que tiene un avance significativo y está emplazada en Potosí.

Dijo que cada que va al emplazamiento de la cementera siente una gran nostalgia porque de lo teórico se pasó lo práctico y que muy pronto será realidad cuando salga la primera bolsa de cemento para los potosinos.

“Muchos han sufrido y han llorado, y han tenido que padecer hambre en muchos momentos, pero antiguamente se ha estado pasando información que no se había procesado adecuadamente y hoy, cada vez que venimos acá, nos sentimos felices porque esta fábrica va a servir para nuestros hijos, para el futuro de nuestro municipio”, aseveró.

Sin embargo, lamentó que la Universidad no esté integrada con este proyecto para que los estudiantes puedan aprender de la tecnología que usan los que montan la planta.

Cervantes anunció que hablará con el rector con el fin de que se suscriba un convenio para que los universitarios que cursan los últimos años de Ingeniería puedan hacer sus prácticas en la cementera.


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