Es la única en su tipo a nivel nacional y uno de los mejores ejemplos del éxito del cooperativismo en Bolivia por todos los logros obtenidos pese a los pocos recursos con los que nació.
La Cooperativa Boliviana de Cemento, Industrias y Servicios, “COBOCE Ltda.” tiene una historia que ha transformado el desarrollo de Cochabamba.
Es en el año 1966 que surgió la idea de la fundación de una cooperativa industrial.
El ingeniero Jaime Méndez Quiroga junto con un grupo de emprendedores fundan el 4 de diciembre en el Teatro Achá la Cooperativa Boliviana de Cemento.
El ingeniero Méndez en ese entonces formaba parte de un comité de evaluación crediticia de una cooperativa de ahorro y crédito.
Al ver que la gente se asociaba y solicitaba créditos, sobre todo para consumo, Méndez pensó en la necesidad de invertir en una cooperativa que genere valor agregado y desarrollo para la región.
Es así que se funda COBOCE con 100 certificados de aportación, cada uno de 200 bolivianos y que hacían un total de 20.000 bolivianos que a un tipo de cambio de 12 bolivianos por dólar, sumaban 1.667 dólares americanos con lo que nace la cooperativa, que hoy supera un patrimonio neto de más de 50 millones de dólares.
Para la construcción de la fábrica de cemento, que costó algo más de diez millones de dólares, había que tener visión y gran capacidad de organización para conseguir los recursos.
COBOCE lanzó entonces una convocatoria pública internacional para conseguir el 97.5 por ciento de financiamiento, logrando interesar a 19 empresas que se presentaron. La cooperativa pudo elegir a Societa Italimpianti, financiador con los mismos principios que COBOCE, que le otorgó el crédito requerido para la construcción de la primera fábrica situada en Irpa Irpa, Capinota.
Según el Gerente de Planificación y Operaciones de COBOCE, Christian Olea, la cooperativa tuvo desde sus principios la fortaleza de contar con un proyecto serio, muy creíble, pero sobre todo, tuvo la fortaleza de un hombre emprendedor, visionario y tenaz que supo conducir este sueño para convertirlo en una realidad para los cooperativistas cochabambinos, otorgándole su principal tesoro que fue la transparencia, el cumplimiento y el interés común, a lo que la sociedad respondió con confianza.
Con la culminación de la construcción de la fábrica en septiembre de 1972, COBOCE inició sus operaciones, pero tan sólo un mes después el Gobierno de ese entonces decreta una devaluación del peso boliviano y el costo del dólar sube de 12 a 20 bolivianos.
Con esta medida que genera una crisis económica en el país, la deuda de COBOCE se incrementa en un 67 por ciento .
Pese a ese durísimo golpe financiero que tuvo que pasar y por la crisis hiperinflacionaria tan difícil de los ochenta, COBOCE honra sus obligaciones y termina de pagar su deuda el año 1985.
Todos los logros realizados a lo largo de sus 47 años de vida se hicieron con préstamos de la banca, señala Olea.
“COBOCE aporta no solo en el campo social, sino también en la generación de empleo, en el mejoramiento de un sistema de vida para quienes forman parte de la cooperativa y para el desarrollo del departamento porque empieza a mejorar la infraestructura, las redes de agua potable y alcantarillado, las aceras, las construcciones, los edificios, las calles, las avenidas, las carreteras… y eso sin duda alguna beneficia a toda la región y al país”, menciona.
CRECIMIENTO
A partir de 1985 el crecimiento de COBOCE se hace más visible, con la instalación de una de sus primeras unidades el periódico OPINIÓN, posteriormente también se constituyen como parte de COBOCE las unidades de Ceramil, Cerámica, Metal, Construcciones, Hormigón y se asocia al Fondo de la Comunidad y Eccsa.
Con 100 mil toneladas de producción de materia prima por año en 1972 COBOCE piensa en una ampliación de la fábrica de cemento y para el año 1993 produce para el mercado 300 mil toneladas de clínker por año.
Debido a la alta demanda de este producto en el mercado, en 2009 se inicia la construcción de una nueva fábrica que es culminada en 2013 y que actualmente saca al mercado 450 mil toneladas de clínker adicionales.
El costo de esta fábrica superó los 100 millones de dólares la misma que fue financiada con recursos provenientes de la Bolsa Boliviana de Valores y naturalmente de la banca.
ÚNICA COOPERATIVA
INDUSTRIAL
COBOCE es la única cooperativa industrial en Bolivia y una de las pocas en Latinoamérica. Olea considera que es una de las experiencias de cooperativismo más importantes del país, porque ha logrado tener el éxito esperado y cumplió con los objetivos con los que nació y que fueron la oferta de un producto de buena calidad, la generación de empleos y la contribución al desarrollo de la región y de Bolivia.
Actualmente COBOCE cuenta con 28 mil socios en todo el país que no sólo se benefician de los productos de la cooperativa, sino que también reciben cada año el pago de sus excedentes por los rendimientos de sus certificados.
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