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domingo, 20 de abril de 2014

Líos en Fancesa ponen en jaque a accionistas y a privados




La Fábrica Nacional de Cemento S.A. (Fancesa), que es la marca insignia de Sucre, está en medio del tira y afloja activado por un proyecto de expansión que incorpora a Santa Cruz en su mapa de nuevas inversiones millonarias.

Por un lado está la Gobernación, el Comité Cívico y el transporte pesado que se oponen a invertir en otras regiones y por el otro, la Alcaldía y la Universidad, que empujan el proyecto de apertura.

La factoría da trabajo a unas 500 personas, por día produce 65.000 bolsas de cemento y en el periodo 2012-2013 tuvo Bs 215 millones en utilidades.

No obstante, la división de intereses pone en jaque a los accionistas y a trabajadores de la factoría, y su onda expansiva llega a los exportadores chuquisaqueños que, debido a los bloqueos esporádicos de las vías, tienen problemas para despachar su mercadería.

La mecha que encendió el conflicto es el proyecto de una nueva planta cementera, que tendrá una inversión de $us 222 millones y que en su tercera fase, el punto en discordia, contempla la construcción de una molienda y de una embolsadora en suelo cruceño, con una inversión de $us 51 millones.

Fancesa es la más importante industria de la capital del país, que tiene como mercado principal Santa Cruz, con el 60% del total de sus ventas; le sigue Chuquisaca, con el 18%; Cochabamba, con el 15%, y el resto se lo dividen entre Potosí y Tarija.

La mirada empresarial de la Alcaldía y de la universidad sugiere que para ser más competitivos urge dividir la cementera chuquisaqueña y apostar por el mercado cruceño.

La otra lectura explicada por la Gobernación indica que segmentar la empresa va a significar una pérdida económica para el departamento.

Invertir en el departamento

Rolando Llorenti, director por la Gobernación de Sucre en Fancesa, subrayó que la idea de trasladar una parte de Fancesa a Santa Cruz es una estrategia que busca volver al departamento en un simple proveedor de materia prima (clínker) para la elaboración de cemento, por ello Llorenti considera que el traslado de la molienda y la embolsadora de cemento va a provocar que por primera vez Fancesa tenga que importar clínker, lo que puede afectar a la calidad del producto final.

Omar Aguilar, secretario del transporte pesado de Sucre, junto al Comité Cívico, otro aliado de la Gobernación que integra el Comité de Defensa de Fancesa.

Aguilar considera que esta ‘jugada’ de la Alcaldía y de la Universidad no hará otra cosa que ahondar el problema de la migración y de desempleo que hay en la región.

“Muchos se irán a Santa Cruz. Además, con esto se manda un mensaje a los inversores y se les dice que es mejor gastar y probar suerte en Santa Cruz. No permitiremos ninguna inversión fuera del departamento”, sostuvo Aguilar.

Nuevos mercados

Luis Ayllón, director por la Alcaldía en Fancesa, explicó que la factoría debe ser más competitiva, teniendo en cuenta de que Itacamba tendrá una fuerte presencia en Santa Cruz y en Oruro la Empresa Pública Productiva Cementos de Bolivia (Ecebol) recibió la inyección de $us 240 millones para tener una capacidad de producción de 3.000 toneladas diarias de clínker.

Ante esta amenaza, Ayllón considera que es necesario invertir fuera del departamento, pues, de acuerdo con el plan de trabajo, la rentabilidad será del 17,4%, además que les permitirá subir sus ventas en el mercado cruceño del 60% al 70%.

“No es un capricho. En Santa Cruz se realiza el 40% de toda la construcción del país. Es una plaza importante”, dijo Ayllón.

Para Ayllón, la queja del transporte no tiene fundamento porque ellos seguirán llevando las 65.000 bolsas de cemento a un costo de Bs 18,50 por bolsa y con el nuevo emprendimiento a esta carga se sumarán el traslado de unas 20.000 toneladas de clínker al mismo costo, lo que significará un ingreso extra de Bs 88 millones que sumado a los Bs 250 millones por el transporte de cemento, el sector recibirá al año Bs 330 millones, que a criterio de Ayllón, es un ingreso importante para un grupo de 1.600 transportistas

En las entrañas de la cementera insignia

Fancesa no duerme. Llega la noche y miles de luces la hacen brillar y la actividad laboral sigue con normalidad.

Los camiones trasladan la piedra caliza para que sean molidas y seleccionadas. Los operarios vigilan que nada quede al azar.

A la caliza se le agregan distintos aditivos que entran en un molino, que gira, y ahí los trabajadores agregan piedras de distintos tamaños para que sirvan de moledoras mientras la máquina gira.

El otro paso es la entrada a los hornos, en donde las elevadas temperaturas hacen el trabajo de fabricar clínker, la materia prima para la elaboración de cemento.

Nuestro guía remarca que cualquier empresa puede tener una molienda y una embolsadora de cemento, pero la clave es contar con la materia prima y que ahí es donde se marca la diferencia.

El clínker sale caliente y humeante, son bolitas de distintos tamaños. Una vez frías, entran a otro proceso químico para finalmente obtener el cemento.

En esta etapa de producción, los trabajadores embolsan el producto. Al finalizar el día, 65.000 bolsas salen de la cementera.

Cifras

222
Millones de dólares
Es la inversión que realizará Fancesa para una nueva planta.

51
Millones de dólares
Es el dinero que se destinará para la molienda y la embolsadora que estarán en Santa Cruz.

PRIVADOS CRITICAN LOS CORTES DE RUTAS

La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb) indicó que una de sus afiliadas, la Cámara de Exportadores de Chuquisaca (Cadexch), le hizo conocer su malestar por los constantes bloqueos en Sucre debido al conflicto de visión que hay entre los accionistas de Fancesa.

La Asociación de Productores de Orégano y los que trabajan en la elaboración de sombreros, para su venta al exterior, remarcaron que la tensión en la principal industria del departamento no es algo positivo.

Miguel Sánchez, que trabaja con especias, indicó que cuando hay estos bloqueos su producción queda en el campo y muchas veces se malogra, lo que le genera importantes pérdidas. Lo más grave, a decir de Sánchez, es que tiene que asumir fuertes sanciones con sus socios del exterior por no poder cumplir con los tiempos establecidos.

Matilde Moya, que produce ajíes y que tiene como principal mercado La Paz y Perú, lamenta que no se llegue a un acuerdo y que cada semana el Comité Cívico amenace con algunas medidas.

“Eso no es normal. Así uno no puede trabajar. Los mayoristas quieren que su pedido llegue en fecha y en buen estado, si no no te quieren pagar lo pactado y uno debe aceptar por no perder todo”, lamentó Moya.

Por estos inconvenientes, la muestra Capital Moda tuvo que cambiar de fecha y hasta se analizó su suspensión, debido a que los invitados del interior y del exterior corrían el riesgo de no poder llegar a la capital y quedarse a mitad del camino a causa de los bloqueos de vías.

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