Esta semana arrancará la construcción de la fábrica estatal de cemento en Oruro, cuya ejecución estará a cargo del consorcio alemán-español Sacyr, según publicó ayer La Razón.
La inversión asciende a $us 244,1 millones, que es un crédito del Banco Central de Bolivia (BCB). Adicionalmente, el Gobierno dispuso un monto de $us 306 millones para gastos de operación.
Los representantes de Sacyr explicaron que la obra será entregada en un plazo de 36 meses, de los que ya transcurrieron seis.
La capacidad de producción de cemento será de 1,3 millones de toneladas al año, lo que la constituirá en la más grande planta del país.
Se identificó que la planta tendría un depósito de piedra caliza (materia prima del cemento) de 85,7 millones de toneladas.
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