Un estudio de auditoría contratado por FANCESA corroboró que la implementación de la línea de producción Kawasaki, que fue inaugurada en mayo de 2013, no fue respaldada debidamente ni siquiera con un perfil de proyecto.
El director de la Alcaldía en FANCESA, Juan José Romero, afirmó que la conclusión principal del informe de auditoría es que la implementación y rehabilitación del Kawasaki fue sin proyecto alguno.
“La consultora indica que cuando menos debió haber existido un perfil de proyecto, un costo, para poder asumirlo y aprobarlo. De ahí que el presupuesto de esta implementación subió de 13 millones a 27 millones y terminó en 35 millones. Ahora se tiene que hacer una planta de prehomogeneización más que costará alrededor de 10 millones de dólares”, dijo.
Romero sostuvo que en el directorio del próximo jueves solicitará la complementación del informe para ver inclusive si realmente convino o no emplear semejante gasto “en algo ya todos conocían que era un horno Kawasaki de 1967, cuando a un costo similar podía haberse comprado un horno de última línea”.
Respecto al plazo de ejecución, añadió, la consultora advirtió que hubo más de un año de retraso.
¿Y LA RECEPCIÓN DEFINITIVA?
Con el resultado de esta auditoría la recepción definitiva del proyecto todavía no será posible. Romero dijo que sin embargo todavía hay una última boleta de garantía de la empresa proveedora Polysius, que se cumpliría recién en enero próximo. Será hasta ese momento que debe estar todo “limpio” y “cubierto” para procederse a la recepción definitiva.
Cabe recordar que para el 30 de enero de 2014 estaba prevista la recepción definitiva de la trituradora, del molino de crudo y del silo de homogeneización. Para el caso del horno de calcinación (Kawasaki) se pidió un plazo mayor, porque era donde mayores problemas de estabilidad operativa se presentaron.
Ante ese panorama, Romero se pregunta si valió la pena invertir tanto en la rehabilitación de un horno de calcinación que data de 1967, cuando se podía haber adquirido uno nuevo y tal vez en menor precio.
Inversión
35 millones de dólares demandó la implementación de la nueva línea de producción Kawasaki.
Rivero: Fancesa optó por alternativa más rápida y menos costosa
La Fábrica Nacional de Cemento optó por la invitación directa de una empresa proveedora y rehabilitar el horno de calcinación para acortar tiempos y precios, según el razonamiento del ex presidente del Directorio de FANCESA, Eduardo Rivero, uno de los que autorizó la aprobación del proyecto Kawasaki.
De haberse lanzado una licitación pública internacional el proceso habría tardado por lo menos cinco años, pero con la ingeniería realizada por el propio personal de la empresa se tardó un año y diez meses en concluir la construcción de infraestructuras y equipos de la nueva línea, trabajo que comenzó en 2011.
En su momento, Rivero afirmó que una línea de producción de la capacidad que tiene el Kawasaki está en 70 millones u 80 millones de dólares, pero a FANCESA no le costó ni la mitad de ese precio.
El trabajo de reingeniería del personal de la empresa, además, logró adecuar un nuevo sistema de molienda donde los dos hornos (uno antiguo) funcionan paralelamente y están diseñadas para producir 2.000 toneladas de clínker.
“Son decisiones técnicas que se toman y yo felicito a las personas que trabajaron en ese sentido y de alguna forma vale recalcar y destacar la labor de los ingenieros, porque en su momento surgieron dudas respecto a la estabilización del proyecto Kawasaki”, aseveró.
En su momento se aclaró, además, que el horno de cancelación Kawasaki sólo se reutilizó el “cilindro”. Lo que va a hacer funcionar a ese “cilindro”, vale decir los precalentadores y la parte posterior, los filtros y el enfriador básicamente, son absolutamente nuevos.
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