La operación de compra y venta de las acciones de la familia Doria Medina en la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) demoró cuatro meses porque supuso cuidar varios detalles, reveló ayer el presidente del directorio de Credibolsa, Christian Hausherr.
El Banco de Crédito (BCP), en coordinación con Credibolsa, participó en la operación de la venta del 51,35 por ciento de las acciones que la familia Doria Medina poseía en Soboce, al grupo empresarial Yura Inversiones Bolivia, empresa que forma parte del grupo Gloria del Perú, por un monto de 300 millones de dólares, en lo que constituye la transacción más grande en la historia de la Bolsa Boliviana de Valores, según una nota de prensa del BCP.
Yura Inversiones Bolivia ya controlaba un 47 por ciento de las acciones de Soboce. Con la operación le corresponde ahora 98 por ciento de las acciones.
“Además del análisis financiero que requiere una transacción de este tipo, se debe tener cuidado con los temas legales, transaccionales y normativos que pueden llegar a tener costos muy elevados si no se tiene una planificación adecuada”, precisó Hausherr.
Aunque se trataba de un tema que podía tener un fuerte impacto público, no trascendió el más mínimo detalle, porque ambas partes y los asesores financieros acordaron mantener discreción y confidencialidad para asegurar que la transacción pudiera ser ejecutada en los tiempos y términos pactados. La transacción se concretó el pasado martes.
La venta de las acciones de Soboce supuso el fin de una larga historia que vinculó a la familia del también dirigente político Samuel Doria Medina con una de las industrias más importantes del país y representó, además, la inversión extranjera más alta registrada en la industria de la transformación en Bolivia.
“Se trata de la primera operación que realizamos en coordinación con Credibolsa, que involucra cerrar un trato entre una empresa extranjera y una boliviana. Fue una transacción realmente histórica y estamos satisfechos de haber contribuido a su concreción (...)”, señaló Hausherr.
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