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domingo, 15 de septiembre de 2013

COBOCE Ltda. concluye importante inversión en la región

Una de las inversiones millonarias más importantes en los últimos años en Cochabamba fue la que realizó la Cooperativa Boliviana de Cemento, Industrias y Servicios, “COBOCE Ltda.”.

Con 108 millones de dólares, esta industria apostó por la construcción e instalación de una nueva fábrica de cemento que actualmente le permite poner en el mercado 45 mil bolsas más de cemento, por día.

La fábrica de cemento, fundada el año 1972 en la localidad de Irpa Irpa, Capinota, desde su puesta en marcha hizo una importante ampliación, en 1993, y veinte años más tarde logró instalar una nueva línea paralela que aporta una cantidad importante al mercado del cemento en la región y el país.

El gerente de Planificación y Operaciones de COBOCE Ltda., Cristian Olea Arguedas, señaló que la empresa previó la instalación de la nueva fábrica dado al comportamiento del mercado y el crecimiento del departamento y el país.

Hasta junio de esta gestión COBOCE producía 300 mil toneladas de clinker (materia prima para elaborar el cemento) al año y con la puesta en marcha de la nueva fábrica la producción se incrementó a 450 mil toneladas, lo que denota el importante crecimiento de la demanda del producto a nivel nacional.
BÚSQUEDA DE

FINANCIAMIENTO

A diferencia de lo que sucede con las empresas tradicionales, donde la inversión proviene de los capitales de sus socios, COBOCE Ltda. canaliza sus inversiones a través de financiamientos.

Olea recordó que la Cooperativa nació con el 97.5 por ciento de su inversión a crédito y creció fundamentalmente con préstamos y que esa fortaleza, inculcada y cultivada desde sus fundadores, basada en la credibilidad de los financiadores, fue una de las más importantes estrategias para seguir invirtiendo y creciendo en el departamento.

Sin embargo, por el elevado monto que requería la empresa para la nueva línea, los ejecutivos tuvieron que recurrir a varias fuentes de financiamiento.

Un estudio preliminar de la inversión indicaba que se necesitaban 76 millones de dólares. Fue entonces que se comenzó a buscar el financiamiento, pero el monto de dinero requerido excedía la capacidad de crédito de la banca local y nacional.

“Con el tope de crédito que puede otorgar un banco a un solo cliente, que establecido por ley es del 20 por ciento sobre su patrimonio, y sumando todos los bancos con que trabajábamos, solamente lográbamos obtener hasta 40 millones de dólares”, dijo.

Frente a esta situación, COBOCE tuvo la necesidad de acudir a financiadores extranjeros, especialmente de Alemania, dado que la empresa encargada del diseño y construcción de la nueva fábrica, Polysius, tiene origen alemán.

En ese entonces la DEG, banco alemán al que se solicitó el financiamiento, determinó que COBOCE es una empresa altamente confiable y sujeta a crédito, pero por las condiciones circunstanciales de ese momento del país no pudieron aprobar el préstamo solicitado. El Banco Interamericano de Desarrollo era otra de las alternativas que COBOCE no descartó para obtener el crédito habiéndose abierto en ese entonces ventanillas nuevas sobre todo para América Latina; sin embargo, uno de los requisitos que tenía esta institución para otorgar el préstamo era que la empresa sea sociedad anónima, situación que impidió consolidar la transacción.

En 2009 la empresa comenzó a buscar nuevas maneras de obtención de recursos para su inversión y entre ellas surgió la titularización de flujos futuros de la producción de cemento IP 30 e I30. Una empresa internacional de riesgos (Fitch Raiting) calificó a COBOCE como una empresa doble A, con lo que se ratificó la solidez y solvencia de la empresa y los bonos que iba a emitir.

Con 37 millones y medio de dólares en bonos colocados en el mercado bursátil, la empresa aseguró su inversión, habiendo colocado en una segunda emisión 17 millones de dólares adicionales en el mercado para invertir en la nueva planta que prevé la infraestructura básica para ampliar a corto plazo la capacidad de producción de cemento al doble.

La titularización de los bonos, más importantes recursos de la banca y los propios de la Cooperativa hizo que la inversión del monto requerido se haga realidad, explicó Olea.

Pese a que la empresa tuvo que golpear varias puertas para hacer realidad el sueño de una nueva planta, que satisfaga la demanda del principal producto de construcción en el mercado cochabambino y boliviano, las intenciones de seguir creciendo en el departamento se mantienen en pie y se tiene previsto que para el año 2017 se pueda contar con la ampliación de la segunda línea de cemento, además de las inversiones realizadas en las otras unidades de la Cooperativa como Cerámica COBOCE, Ceramil, Hormigón, Metal Construcciones y Opinión.
LA NUEVA FÁBRICA

Cuenta con una molienda de crudo vertical, un silo de 7.200 metros cuadrados, un precalentador y un horno rotatorio de 4.6 metros de diámetro y una longitud de 72 metros.

Asimismo cuenta con un enfriador de clinker, un sistema de transporte y almacenamiento y un sistema de control automático, lo que hace que sea una de las plantas más modernas de cemento en la región sur del continente.

El diseño, la fabricación y la instalación estuvo a cargo de la empresa Polysius AG Alemania y Polysius Do Brasil Ltda y su sede de Argentina.˚

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